La Noria de Elche.
Miles de palabras se han escrito sobre la influencia de la actual crisis económica en la construcción. Sin embargo creemos que este hecho ha acelerado el renacer de un nuevo pensamiento arquitectónico que aplicado a la producción arquitectónica genere ideas inteligentes y substanciales y deje de lado la arquitectura sensacionalista de consumo rápido. Creemos más que nunca que las estrategias, más que las formas, son la única respuesta válida a las demandas de la ciudad hoy.El Alcalde de Elche organizó el concurso con la premisa de que el proyecto debía “dotar a la ciudad de un elemento EMBLEMATICO para contemplar y revalorar el Palmeral de Elche” (de bases del concurso). Esto nos planteaba el desafío de diseñar lo imposible: un icono humilde, un verdadero oxímoron. ¿Cómo diseñar un icono cuya finalidad sea desviar la atención hacia otro punto?
En nuestra trayectoria como arquitectos, el concurso del Mirador del Palmeral ha sido la primera oportunidad de crear un símbolo para la ciudad donde la naturaleza juega un papel crucial y donde la admiración del paisaje es la razón de ser de este emblema.
Más aún, en esta época de colapso financiero y de preocupación extrema por la sostenibilidad, sería una hipocresía el cerrar los ojos y producir otro icono más a la manera de los anteriores. Aprovechemos este momento para pensar de verdad, para concentrar nuestra inteligencia en una estrategia y no en arquitectura egocéntrica de gesto congelado (=icono).
El paisaje cultural de palmeras data del siglo X, cuando gran parte de la Península Ibérica era árabe. Este genial sistema de huertos fue inscrito como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000. El área del palmeral ocupa aproximadamente la mitad de la superficie de la ciudad. Debido a la pérdida de su uso original como espacio de cultivo, es cada vez más difícil integrarlo dentro de la vida de la ciudad. A excepción de algunos huertos que han sido transformadas en parques (perdiendo su trama inicial), el resto permanece vacío o en proceso de deterioro. La mayor parte del Palmeral, y precisamente los huertos que mejor conservan el trazado original, pasan desapercibidos a los turistas y a muchos ilicitanos, que todavía malinterpretan que el verdadero valor del Palmeral no se encuentra en las palmeras en sí, si no, en la ordenada manera en cómo se disponían formando los huertos. No existe ningún mirador en Elche desde el que se pueda apreciar y entender este inteligente sistema. El único punto público desde el que se tiene una vista parcial del Palmeral es la Torre de la Basílica, pero ofrece una visión limitada y parcial del palmeral donde éste se percibe incorrectamente como un bosque desordenado de palmeras.
Dentro de la delicadeza de actuar en un Patrimonio de la Humanidad, UNESCO apoya aquellas intervenciones cuyo objetivo es poner en valor el bien en el que se inserten. Con la creación de este Mirador, por primera vez en Elche, los turistas y los ciudadanos podrán entender el verdadero significado del Palmeral como sistema de huertos y la verdadera magnitud de su presencia en la ciudad. Por otro lado y sin competir con el Palmeral, este Mirador debe ser capaz de atraer visitantes y generar un proceso de activación económica.
Buscamos un emblema atemporal, inteligente y flexible, capaz de satisfacer ambos requerimientos y bajo un presupuesto de diez millones de euros. Necesitamos una solución imaginativa.
Proponemos una noria para Elche. La noria es una estrategia. La noria es resistente a las modas y a los estilos, y es independiente del tiempo. Su construcción es completamente reversible y el impacto con el terreno es mínimo. Como la noria no consume el presupuesto total disponemos de un presupuesto extra que invertiremos en la creación o mejora de espacios públicos. Además
con la venta de tickets se recupera el coste inicial en menos de tres años. La noria es una estructura inteligente y racional, representativa y bella, poderosa pero transparente.
La Noria es la unión perfecta de FORMA y FUNCIÓN.
Máximo Potencial: Mirador + Estación, la mejor Bienvenida a Elche.
Para conseguir el mayor potencial de la intervención proponemos tres escenarios con tres diferentes niveles de inversión. Desde un elemento mirador a una operación conjunta de mirador-estación con conexión a los andenes y aparcamiento subterráneo.
Situamos el Mirador en el lugar ocupado por la antigua Estación de Tren, demolida en los años 70. La nueva estación se construyó en la misma avenida 100 metros hacia el éste. Este edificio carece de calidad espacial y se encuentra en mal estado. Existe actualmente una reserva de seis millones de euros para su modernización. Proponemos realizar una intervención mucho mas eficaz que obtenga el máximo potencial y por ellos planteamos la construcción de un edificio conjunto: Mirador + Estación, con una inversión común de diez millones de euros, donde los dos programas puedan compartir funciones. Esta idea es fácilmente realizable pues nuestro proyecto se encuentra encima del túnel en la zona de doble vía. De esta manera, la estación vuelve a su lugar inicial, al Paseo al que le dio el nombre y el Mirador y el Palmeral se convierten en la imagen de bienvenida a Elche.
Estrategia en los alrededores: Re-creación del Palmeral de Elche.
Al no consumir el presupuesto inicial destinado al Mirador, proponemos destinar el resto de la inversión a la creación de un gran espacio público en el Paseo de la Estación, que finalice con una gran Plaza enfrente del Mirador-Estación, en el lugar de la actual rotonda de tráfico.
Desde principios del siglo XX, hasta los años 60, esta avenida era un elegante Paseo elevado, de la tipología Paseo Salón, disfrutado por los ilicitanos como zona de paseo. Era la conexión principal entre la Estación de tren antigua y el Centro Histórico de Elche. Con la proliferación del automóvil en los años 60, este paseo elevado se demolió y se construyó en su lugar una avenida de tráfico con tres carriles de circulación. Este hecho, y el traslado de la estación de tren afectaron al uso del Paseo como espacio público. Tras estudiar el tráfico de la zona vemos posible su restricción de tráfico sólo a transporte público o bicicletas.
Con la peatonalización del Paseo, no sólo mejoramos considerablemente la red de espacios públicos de Elche en la dirección Norte-Sur; también conseguimos esta secuencia en la dirección Este-Oeste al unir con un espacio púbilco el Parque Municipal y el Deportivo, ambos antiguos huertos, desconectados por la avenida de tráfico. Esta operación creará uno de los espacios públicos con mayor potencial en pleno centro de la ciudad. La construcción del edificio Mirador-estación al Norte del Paseo cierra el campo visual y devuelve la estación a su lugar de origen: el final del Paseo de la Estación.
Proponemos para el paseo un tratamiento de superficie “dura”, debido su gran capacidad para acoger actividades publicas a escala de ciudad y que no serían posibles en una zona verde. Aparte, el clima seco de Elche obligaría a destinar un enorme presupuesto a su mantenimiento. Intentamos reducir al máximo el diseño del Paseo para no comprometer su potencial. Este diseño se reduce a su superficie donde proyectamos una gran alfombra cerámica representando una vista aérea pixelada del Palmeral. Este gran mosaico será visible desde la noria, como una gran pieza de arte urbano.
Más información en www.st-ar.nl