Arquitectura de diseño
La revolución tranquila en la arquitectura tradicional gallega
La calidez de los diseños tradicionales se perpetúa en las formas aligeradas de esta vivienda ubicada en la localidad coruñesa de Gandarío.
Calidad en los materiales y calidez en los espacios han sido durante décadas los signos de identidad de la arquitectura tradicional gallega. El arquitecto Marcos Samaniego, del estudio Más Arquitectura, ha incorporado un nuevo elemento: el diseño. Así ha surgido este proyecto, un chalet ubicado en la localidad de Gandarío (Sada) que ha supuesto una pequeña revolución en la arquitectura tradicional. A la piedra, el material por excelencia en Galicia, se le ha agregado madera esmaltada en el porche y cobre en las cubiertas, una apuesta por mantener la calidez de los espacios.
No obstante, el planteamiento bioclimático de la vivienda conduce hacia un diseño de líneas simples que aligera los espacios con acabados en amplias cristaleras que permiten que la naturaleza penetre en el interior. El origen de la revolución. Las carpinterías, introducidas en los muros de piedra, fortalecen la presencia de la estructura, remarcando los huecos mediante los colores oscuros de la perfilería, que alcanza la superficie exterior de los muros.
El interior destaca por su luminosidad y los colores cálidos, fortalecidos por la luz del sur que baña los espacios comunes desde el lucernario de la planta primera. En la cocina, la pulcritud de las superficies y del mobiliario contrasta con los tonos cálidos de las paredes que potencian la calidez de la estancia.
Los pequeños detalles marcan el interior de la vivienda. La escalera principal, revestida con madera de roble, recibe la luz del amplio ventanal y se descompone formando los peldaños que terminan entrelazándose hasta configurar la librería-estantería de la zona del lounge room. La sucesión de los distintos espacios potencia la funcionalidad de la vivienda, ofreciendo vistas interiores en los distintos recorridos.
En conclusión, el diseño de este chalet de diseño supone una pequeña transformación de la estética tradicional de la arquitectura gallega, un giro vanguardista que preserva la calidad de nuestros hogares de siempre.
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